Que al final, aunque parezca mentira, todo pasa :)

Venga cierra los ojos y déjate llevar, txiki. ¿ Los tienes cerrados? ¿YA? Bien comienza la función.
Imagina, sueña y deja paso a las nuevas aventuras, nuevas amistades, nuevos momentos que se convertiran en inolvidables recuerdos. Que no pasa nada por llorar y por reir al mismo tiempo, que las mujeres estamos un poco locas y que como bien me has dicho millones de veces, podemos estar arrastradas por el suelo y dando altos de alegría al de escasos segundos. Así que te pido que todavía sin abrir esas persianitas me regales a mí y a todo el mundo esa inconundible sonrisa que me alegra las mañanas. Mi sonrisa y la de todas nosotras. Que sí, que aunque cueste, porque sabes de sobra que no es nada fácil, puedes hacerlo. ¿Lo ves? ya casi la tienes. Ahí está... la tienes... Eso es. ME ENCANTA.
Y que si te has descosido y tu tela está rota, no te apures, aquí estoy yo, y estoy segura de que el resto de nosotras para ponerte un petacho, o mejor dicho una petacha. Que de retales  está  lleno el mundo  y ¿qué mejor parche que una carcajada MADE IN nuestro mundo? Que si te caes y sangras, seremos tus tiritas y que si es un hueso roto, entre todas conseguiremos un par de bendas, escayola y hasta cabestrillo.
Que te queremos, que no lo olvides. Y que ni se te ocurra pensar siquiera que nadie es mejor que tu por conseguir mierda que al fin y al cabo es otra marca más en tu historial. Que aún quedan más cicatrices y moratones y estoy segura de que los superaras uno a uno. Con nosotras a tu lado. Siempre.

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No necesito rojo para demostrar que te quiero, no nescesito regalos, ni necesito nada que se salga de los márgenes habituales.
Te tengo a tí.
Y para mí, eso es mucho más que suficiente.
Te quiero aquí y ahora. Dónde sea y cuándo sea.
Pero a tí, solo a tí.

¡SOY LA REINA DEL MUNDO!

Esa sensación de satisfacción al alcanzar nuestros objetivos, al alcanzar la cima, solo se siente cuando de verdad has realizado aquello que tánto deseabas. El qué es algo más relativo, cada cual le da inportancia a lo que, de verás, considera que la tiene.
¿que por qué estoy dando tantos rodeos para al final soltar un par de lindezas a alguna amiga que otra? Pues porque es mi especialidad, le doy cienmil vueltas a algo que al final debería ocupar, tan solo, tres o cuatro lineas.
Pero en fin, ahí va. Son tántos los recuerdos que nos han unido en tan solo un año que me faltan dedos para contarlos, desde tardes rodeadas de aguas cristalinas...( Qué bonito suena todo cuando no mencionas las piscinas de Galda...), fiestas en las que podríamos perdernos entre txosnas, viajes en tiendas de campaña, y subidas al monte...
A eso último quería yo llegar, aquel fue un momento especial, de esos momentos en los que , como anteriormente he dicho, te sientes realizada. No es una gran altura, pero es tu altura, es un monte que os pertenece, al menos la travesía para llegar hasta su cumbre, y lo guardas como un gran tesoro. Supongo que es dificil entenderlo pero si alguna personita está leyendo esto sabrá de que estoy hablando.
Para dar final a este pequeño texto, decir que ese tesoro, esa cumbre, la descubrí al mismo tiempo que entendía que se puede ser la reina del mundo sin necesidad de navegar en el Titanic.

PETACHAS.

Bonito título, ¿no creeis? Palabra inventada pero con mucho sinificado.
Las aguas vuelven a su cauce, todo en su lugar o como se diga. Vamos, que todo se soluciona, solo hay que darle cuerda al tiempo. Son como remaches, que siempre que algo va mal, que algo se rompe, vienen corriendo, nadando o de cualquier modo a cubrirme con su dulce cariño. A arreglar los daños causados, aunque sean de una tela diferente, siempre me ha gustado lo diferente, lo especial.
Y ellas lo son, cada una a su manera. Ya sea contando chistes malos o comentando partidos de pelota, o hablando de las mayores tonterias que puedan existir. ELLAS, mis pequeñas.
No se que puedo decir de semejantes personajes, tan solo que son los engranajes que dan sentido a mi atolondrada vida, quienes me escuchan cuando lloro, chillo o simplemente me observan cuando me quedo sin habla.
Comparten mis sueños, mis ilusiones, mis problemas, mis dichas y mis desdichas. Susurran los mismos secretos y murmuran palabras incomprensibles para el resto del mundo, porque nosotras no tenemos un mundo cualquiera, tenemos nuestro mundo. Noches de borracheras cantando nuetsras canciones, fotos incontables, y propósitos , que en ocasiones, son incumplibles. Pero nos da igual, porque nosotras creamos nuestra historia. Y chicas, hoy escribo un nuevo capitulo, que sin vuestra ayuda no habría tomado forma.

MIERDA

¡Dame una M! ¡Dame una I! ¡Dame una E!...Y así sucesivamente hasta llegar a MIERDA! Una mierda eso es. Por favor, dadme aguja e hilo que tengo que arreglar el centésimo descosido de mi ilusión.
Organizas todo, con tánto esmero que casi parece imposible que algo salga mal. Pero , por supuesto, siempre hay factores que no se tienen en cuenta. Como, por ejemplo, el simple hecho de pasar por alto que a la gente le da igual que hayas hecho todo eso. Es más, ni siquiera muestran un mínimo interés porque tu plan salga bien. Si da resultado, perfecto, si no, no preocuparse que en unos minutos me largo a organizar MI plan con MIS amigos.
Que sí, que tienen todo su derecho, pero ¿y nuestro derecho a no quedar como unas ingenuas?¿ qué hay de nuestro derecho a no sentirnos humilladas? CERO, nada.
Y lo peor de todo es, que pese a que has estado intentando que razone, que piense que quizas este equivocado, que debería pedirte perdon...No, no solo no lo hace, sino que eres tú la que acaba yendo detrás como una niña detrás de su juguete. Aunque hay veces que la que acaba con el complejo de juguete soy yo.
En fin, nos toca aprender. Ya sea de errores o de sueños incumplidos. Que hay que crecer,  sin prisa pero sin pausa. Avanzar, pero sin que nos pisen.
Que ya casi no me caben los remiendos en el alma.

Empezamos a "maquinar"

Tic tac tic tac tic tac...Y vuelta a lo mismo.
La vida es un auténtico rompecabezas, si no es porque no tenemos a nadie con quien compartir nuestros secretos, ilusiones, lloreras, canciones... es porque esa persona no nos entiende. Que sí, que ya sé que los chicos son de otro mundo , que es imposible que entiendan o que por lo menos intenten entender un ápice de nuestro cerebro. Pero podría ser más fácil ¿ verdad ?  A veces te sientes un poco ibécil, incapáz de hacer frente a todo lo que se te pone por delante, y te desesperas, te derrumbas, y cómo no, lloras.
Pero cuando, trás unas cuantas lágrimas derramadas, observas ese rímel que adorna tu rostro, sonríes. Y sin darte cuenta recuerdas que esas pequeñas gotitas de agua salada nacen de algo, algo verdadero. De ese amor que con tánto esmero has estado cuidando e intentando que creciera sano.
Regandolo con sueños, besos, abrazos, cuentos e historias de mil y una noches. Y de repente, un brote.
La señal de que nada está perdido, de que todo lo malo, esconde bajo su oscura capa un rayo de luz.
Y de tí depende que siga brillando.